El reclamo por la grave situación de emergencia económica en la que se encuentran las universidades nacionales derivó en una promesa del presidente Javier Gerardo Milei: “Vamos a garantizar los fondos para las universidades y vamos a auditar cómo se utilizan”.

Si bien la convocatoria estaba prevista para las 15.00hs en la Plaza del Congreso, desde la mañana comenzaron a organizarse personas autoconvocadas y diferentes agrupaciones. También hubo presencia policial, pese a que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Jorge Macri garantizó el desarrollo pacífico de la marcha “cuidando los derechos de todos”.

Patricia Bullrich, quien años anteriores se había manifestado en sus redes sociales como defensora de la educación pública, declaró en la previa que tenía intenciones de activar el protocolo antipiquetes, y agregó que estaba segura de que iban a existir “provocaciones para movilizarse de aquí a la eternidad”.

El acto central de la Marcha Federal Universitaria comenzó cerca de las 18.00hs ante casi un millón de personas que ocuparon Plaza de Mayo y todas las calles aledañas. Los camiones policiales fueron ubicados sobre avenida 9 de Julio y Moreno, pero no tuvieron intervención en ningún momento.

Las columnas más numerosas llegaban por Av. de Mayo y otras tantas por la paralela calle Yrigoyen. Las veredas también eran un ir y venir de gente con carteles que por momentos quedaba trabado por la masividad. De fondo se podían escuchar cánticos que se iban alternando entre saltos y risas producidas por el ingenio en medio de la crisis.

Es importante destacar que fue una de las convocatorias más masivas de los últimos años y se desarrolló de forma totalmente pacífica, sin incidentes, sin detenidos, sin piedras, ni disturbios. También sin intervención de la policía, ni del protocolo antipiquetes. Para tener en cuenta.

Casi un millón de personas por una misma causa, la de defender la educación pública y las universidades nacionales con todo lo que eso implica. Universidades históricas y de calidad como la UBA, también universidades del conurbano como la del Bicentenario, la UNDAV (Universidad de Avellaneda), que tienen una amplia mayoría de egresados que son primera generación de universitarios en sus familias. La posibilidad de convertirse en profesionales y materializar la movilidad social ascendente.

Las universidades públicas que existen en nuestro país, además de ser ejemplo en el mundo y haber sido premiadas internacionalmente innumerables veces, brindan la oportunidad de acceder a educación superior de excelente calidad a todas las personas que lo deseen, sin discriminar por poder adquisitivo, sean hijos de universitarios, de obreros, de amas de casa, nietos de profesionales y de personas que deseaban estudiar pero tuvieron que salir a trabajar siendo niños, naturales del país, o extranjeros atraídos por la excelente calidad académica. En defensa a ese derecho y como decisión política, una multitud salió a la calle.

La respuesta de Milei al reclamo, como ya se le hizo costumbre, fue mediante memes sin sentido y sin apertura al diálogo. Horas más tarde, realizó una publicación en la red social “X” donde aseguró: “No vamos a ser cómplices del negocio que algunos hacen con la universidad pública. Vamos a garantizar los fondos para el funcionamiento de las universidades y vamos a auditar cómo se utilizan esos fondos. Porque ese dinero surge del esfuerzo que hacen la mayoría de los argentinos que viven debajo de la línea de la pobreza”.

Dentro de las universidades, por reconocimiento y por amor a las instituciones que los formaron, son muchos los profesionales que trabajan más de lo que se les retribuye económicamente. Esto también debería ser tenido en cuenta en las auditorías que se empecina en hacer el libertario, como parte de sus promesas electorales, buscando algo que justifique sus críticas contra el colectivo universitario.