El apotegma que reza “El fútbol es para los vivos” es el que nos dejó 24 años sin llegar a una final de la copa del mundo.

Tomo como referencia la copa mundial FIFA por ser más o menos, algo que nos aúna y que nos equipara al menos en lo sentimental. Una vez pasado el mundial, vuelve el rico a su riqueza, vuelve el pobre a su pobreza. Gracias Joanito.

A nivel clubes Boca Jrs conquistó gran parte de sus 18 copas internacionales, Estudiantes de La Plata ganó una libertadores e hizo temblar el imperio de Barcelona y su viveza radicó en jugar un fútbol que fue superior al plasmado por el resto de los equipos. Ser vivo en el fútbol no es lo mismo que hacer trampa.

Vayamos al año 1993. Final de Copa America vs México; el partido va 1-1 y el Cholo Simeone (con la 10 en la espalda) se escapa por la derecha apareado con un defensor mexicano que saca la pelota al lateral. El Cholo no dudó un solo instante y ejecuta el lateral rápidamente hacia Batistuta que, enganche mediante, pone la pelota lejos de Campos. 2-1 Argentina y campeón. Año 2012; se enfrentan Barcelona y At Madrid, van 1-1 y hay tiro libre para el Barça. La barrera se duerme, Courtois se duerme porque suponen que debe haber orden del juez y Messi clava el tiro libre en el 2do palo. Gol y a llorar a Luján. Conocer el reglamento y estrujarlo es de vivos.

El primer ejemplo que no aborda en el recuerdo cuando se habla de estos casos es el gol de Maradona vs Inglaterra en 1986. La mano de dios, la monalisa del fútbol. ¿Lo grité? Como loco. Cuando fue gol nunca vi la mano. Cuatro años más tarde, en Italia 90, Diego volvió a poner la mano en un corner vs Rusia que evitó el 1-0 con el que seguro nos volvíamos. ¿Lo grité? Como loco. Pero hizo trampa. La viveza que tantas veces utilizó para dasairar a un rival y que dependiera solo de él la suerte de la jugada; la jugó a cara o cruz (plata o mierda) en una mano. La “viveza” ya dependía de la vista de otro. Acá radica la diferencia entre viveza y ser tramposo. Cuando se es vivo todo depende de uno; cuando se hace trampa depende de otro.

En nuestro futbol, ser limpio, jugar dentro de las reglas escritas, respetar al rival, te convierte en un boludo. Lo dijo Iván Furios en la fecha 1 del torneo cuando le cobraron agarrón a Cata Díaz en La Bombonera: “Esto va a durar un par de fechas” y así fue. Se cobró un solo penal más por agarrón y, en los 120 partidos siguientes no se cobraron más penales por agarrones en el área en las pelotas paradas, cando antes bailaban lentos como en los boliches de onda de los años 80.

Pongamos por caso que esos dos penales hayan servido para escarmentar y que ahora todos, defensores y atacantes sean princesas de Disney ¿Cuánto más vamos a practicar escarmientos para todas las otras prácticas tramposas que vemos en todos los partidos, de todas las divisiones del fútbol argentino?

¿Quién será el 1er arquero expulsado por hacer tiempo a los 14 minutos del segundo tiempo? ¿Quién será amonestado por primera vez al querer ganar entre diez y quince metros en un tiro libre a favor en zona defensiva? ¿Quién será el primer árbitro a quién no le importe del jugador que, ganando, se arroje al piso simulando una lesión que no tiene para que el rival deba tirar la pelota afuera?

Y de paso ¿Cuándo será que el jugador que devuelve la pelota al rival lo haga donde el rival decidió para el juego?

Prefiero un futbol para limpios antes que para vivos.

Ojalá tengamos todos una buena semana.