CHAOS AND CREATION IN THE BACKYARD (Paul McCartney, 2005)

Caos y creación en el patio trasero. ”Hay un largo camino entre el caos y la creación” canta Paul en la muy pop, rítmica e irresistible 'Fine Line', la primera canción, y la única que tuvo difusión de este muy disfrutable álbum.

La foto de la portada (¿puedo decir portada en vez de tapa?) nos sugiere hacia donde intenta ir el ex coequiper de John. El Backyardigan Mccartney sentado en una silla con su guitarra, en su patio de atrás, que simboliza el pasado, los recuerdos y lo que está guardado en el fondo, en el interior de sí mismo (¿Beatles?).

El antecesor de Chaos es el experimental disco de música electrónica Twin Freaks, o sea, Paul estaba buscando algo diferente y probó con “lo nuevo”, pero a juzgar por los resultados y el matiz compositivo de Chaos, parece que encontró más mirando hacia atrás que hacia adelante.
Por específica recomendación del gentleman George Martin, llamó a Nigel Godrich, famoso productor de Radiohead, quien se ocupó de llevar al siempre sonriente Paul a un lugar incómodo y oscuro.
La primera vez que se vieron (esto me lo contó Macca, taza de té mediante), le mostró muy contento una de sus nuevas canciones y Nigel le dijo delante de todo el mundo “Esto es una mierda”. Hubo tensión y roces, pero a juzgar por las canciones, la cosa funcionó, porque es uno de los mejores álbumes solistas del ex bajista de Ringo.
Los guiños a Los Beatles están presentes en los temas más lindos, a saber: La exquisita y sublime Jenny Wren (Blackbird, Mother Nature´s Son), la soberbia y rockera Promise to You Girl o la pieza de colección que cierra el disco, Anyway (Fixing a Hole, A Day in the Life), que incluye zapada sorpresa (uh, arruiné la fiesta). Otro temazo, dedicado a John y George es Friends to Go, ese es más para guitarrear.
Compartiendo con Godrich la responsabilidad del trabajo de producción, Paul se encargó con destreza de casi todos los instrumentos en casi todas las canciones, obviamente los arreglos son perfectos, hay muchas cuerdas, hermosas armonías de voces, riqueza melódica.
English Tea aporta el toque señorial inglés que tanto lo diferenciaba de Lennon, How Kind of You y Too Much Rain son muy sutiles y bellas de escuchar, en un disco excelso, refinado, prolijo, fresco y suelto a la vez… El resto es bueno y parejo en general, en el debe queda la anodina (palabra que nadie dice tan bien como Alejo Apo) Riding to Vanity Fair (el recordado Rafa Olivari diría “Es un bodrio”), justamente la que Godrich le dijo que era una mierda, pero orgulloso y herido, Paul insistió en subirla al disco (Después de todo era su disco no?).
”Mirando a través del patio trasero de mi vida, tiempo de barrer las hojas caídas”. Así empieza Promise to You Girl, y puede decirse que Paul limpió bien y sacó lo mejor que tenía dentro suyo.
Calificación: 3,5 Arjonas



El antecesor de 'Chaos' es el experimental disco de música electrónica 'Twin Freaks', o sea, Paul estaba buscando algo diferente y probó con “lo nuevo”, pero a juzgar por los resultados y el matiz compositivo de 'Chaos', parece que encontró más mirando hacia atrás que hacia adelante.

Por específica recomendación del 'gentleman' George Martin, llamó a Nigel Godrich, famoso productor de Radiohead, quien se ocupó de llevar al siempre sonriente Paul a un lugar incómodo y oscuro.

La primera vez que se vieron (esto me lo contó Macca, taza de té mediante), le mostró muy contento una de sus nuevas canciones y Nigel le dijo delante de todo el mundo “Esto es una mierda”. Hubo tensión y roces, pero a juzgar por las canciones, la cosa funcionó, porque es uno de los mejores álbumes solistas del ex bajista de Ringo.

Los guiños a Los Beatles están presentes en los temas más lindos, a saber: La exquisita y sublime 'Jenny Wren' ('Blackbird', 'Mother Nature´s Son'), la soberbia y rockera 'Promise to You Girl' o la pieza de colección que cierra el disco, 'Anyway' ('Fixing a Hole', 'A Day in the Life'), que incluye zapada sorpresa (uh, arruiné la fiesta). Otro temazo, dedicado a John y George es 'Friends to Go', ese es más para guitarrear.

Compartiendo con Godrich la responsabilidad del trabajo de producción, Paul se encargó con destreza de casi todos los instrumentos en casi todas las canciones, obviamente los arreglos son perfectos, hay muchas cuerdas, hermosas armonías de voces, riqueza melódica.

'English Tea' aporta el toque señorial inglés que tanto lo diferenciaba de Lennon, 'How Kind of You' y 'Too Much Rain' son muy sutiles y bellas de escuchar, en un disco excelso, refinado, prolijo, fresco y suelto a la vez… El resto es bueno y parejo en general, en el debe queda la anodina (palabra que nadie dice tan bien como Alejo Apo) 'Riding to Vanity Fair' (el recordado Rafa Olivari diría “Es un bodrio”), justamente la que Godrich le dijo que era una mierda, pero orgulloso y herido, Paul insistió en subirla al disco (Después de todo era su disco no?).

”Mirando a través del patio trasero de mi vida, tiempo de barrer las hojas caídas”. Así empieza 'Promise to You Girl', y puede decirse que Paul limpió bien y sacó lo mejor que tenía dentro suyo.

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