La muerte de Gustavo Cerati caló hondo en el corazón de los chilenos que amaron a Soda Stereo desde 1986 cuando fueron por primera vez a ese país, y luego se consagraran en Viña del Mar.

Casi como si se tratara de los propios "Beatles", Soda Stereo revolucionaba a los jóvenes y adolescentes con sus visitas y recitales. Las anécdotas de fanáticas tratando de acercase de cualquier manera a sus ídolos, son tan bizarras como una chica que quedó atrapada en un conducto de aire, o fans que arrancaron el tapizado donde estuvieron sentados Cerati, Alberti y Bosio.

Cuando a Cerati le preguntaron que pensaba de la "sodamanía" chilena, solo atinó a decir: "Me gusta pensarlo como muestra de cariño, más allá de los desbordes. Nosotros somos músicos".