El estudio de la música desarrolla cualidades naturales de los seres humanos en un nivel asombroso. Como ya demostramos la particular habilidad intelectual de los guitarristas, el corazón rítmico de un grupo tiene mucho que aportar contagiando al resto de los músicos.

El profesor Frederic Ullen, del instituto sueco Karolinska en Estocolmo, dedujo a través de una serie de estudios científicos que existe una conexión entre la inteligencia, la habilidad para mantener golpes a tempo y la parte del cerebro que tiene como función el razonamiento.

34 bateristas diestros, de entre 19 y 49 años, participaron del experimento tocando diferentes intervalos rítmicos. Luego, tuvieron que responder un test psicométrico (es el campo de estudio que se ocupa de la teoría y la técnica de la medición psicológica sobre habilidades, conocimientos, actitudes, rasgos de personalidad y logros educativos) de 60 preguntas y situaciones problemáticas.

Los participantes mostraron inmensos volúmenes de materia blanca, la cual produce conexiones entre las diferentes áreas en sus cerebros. La región izquierda tiende a focalizarse en el ritmo y el tiempo, mientras que el derecho acciones sobre los tonos y melodías.

En el video se puede apreciar un fragmento de las habilidades de John Henry 'Bonzo' Bonham, baterista de Led Zeppelin, considerados uno de los creadores del estilo rock, con golpes más duros y menos adornos, más alejado de jazz, predominante en la música popular de nuestra época.

En Harvard, concluyeron que los 'bateros' desarrollan una especie de reloj interno que se mueve en ondas, a diferencia del reloj común que muestra el tiempo lineal. Los músicos son capaces deunir el ritmo innato que se ha encontrado en las ondas cerebrales o en el latido del corazón: así, el 'batero' encuentra un ritmo realmente humano.

Capacidad de compartir

El don de los 'bateros' puede ser compartido: un ritmo bien ajustado actúa como un canal de transferencia de su propia inteligencia natural.

Investigadores de la Universidad de Washington estudiaron los efectos del ritmo en el cerebro y dedujeron que percibir un ritmo bien marcado favorece las capacidades congnitivas de las personas.

Mientras que en la Universidad de Oxford demostraron que cuando los bateristas tocan en conjunto sus niveles de felicidad y tolerancia al sufrimiento aumentan, de manera similar a lo que les ocurre a los deportistas olímpicos.