Foo Fighters no tocó un tema atrás del otro. Tampoco armaron un show exhaustivamente planificado con tiempos, metrónomos, máquinas ni nada de lo que se usa hoy en día. Sólo dieron una demostración de rock.

La banda de Dave Grohl, ya madura, se divirtió arriba del escenario. Más allá de tener muchísimos climas trabajados en sus temas, en sus comienzos y sus finales, y de armar un recital para que le guste a todos, también hicieron lo más importante para cualquier buena banda: zapar.

Se nota que están hechos el uno para el otro y que se entienden con solo mirarse, además de los años juntos. Pero eso fue lo que más le gustó a la gente y lo que hizo del show un encuentro divertido, variable, seductor.

Repasaron toda su discografía, del primero al último disco, incluidos varios covers que hicieron vibrar a todos. Para los más viejitos, tocaron 'Ill Stick Around', y clásicos como 'Learn to Fly', Breakout', 'My Hero', 'Monkey Wrench', entre otros.

El setlist incluyó casi 30 temas, pero con todo esto que antes comentábamos en medio. En medio del show, Dave Grohol caminó por la pasarela que se extendía hasta el centro del estadio, e interpretó unos temas acústicos -sólo con una guitarrita- para "los de atrás".

Allí cantó 'Skin and Bones', 'Wheels' y 'Times Like These': fue en ese preciso tema, que se erigió del centro de la tarima un pequeño escenario con toda la banda trasladada hacia el medio del campo en una versión de mini Foo Fighters.

La gente no lo podía creer. Los Foo, que antes estaban allá, lejos en el escenario gigante, ahora estaban al lado de ellos. Para colmo, Grohl arrancó con el riff de 'Detroit Rock City' de Kiss y la gente, enloqueció.

Hubieron dos invitados: Dave Krusen (baterista, uno de los miembros fundadores de Pearl Jam) y Jonny Kaplan (conocido cantante estadounidense) con quienes tocaron un hit mundial: 'Miss You' de The Rolling Stones. Luego, otro cover pero de Cheap Trick, titulado 'Stiff Competition', y por último, 'Under Pressure' de Queen y David Bowie. No faltó nada.

Cerraron con lo más power para un recital que, a los que estábamos dubitativos por su edad y por el último disco y por ver si eran los mismos, nos terminamos yendo más fanáticos que antes y con más ganas que vuelvan otra vez.