Cuando parecía que habíamos visto todo, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, nos vuelve a sorprender: nombró a Tan Biónica "Embajadores Culturales de la Ciudad".

Increíblemente, la banda que sacó su primer disco hace pocos años (2007) y que supo llegar a las masas a través de grandes producciones y temas como "Beautiful", "Ella", "Loca" y casualmente, "Ciudad Mágica", ya gozan de una distinción que no es para cualquiera.

Mientras cientos de artistas que realizaron grandes aportes a la cultura y la sociedad argentina, Macri destacó que el grupo "tiene que ver con una generación de jóvenes que asumió la posta de la renovación cultural permanente de la ciudad".

"Muchas gracias por lo que inspiran y el mensaje que transmiten a favor del respeto, de la de la buena convivencia, de lo verde -que es parte central de nuestra agenda - , y sobre todo de la alegría", dijo el jefe de Gobierno sobre el grupo.

"Muchas gracias por lo que inspiran y el mensaje que transmiten a favor del respeto, de la de la buena convivencia, de lo verde -que es parte central de nuestra agenda- , y sobre todo de la alegría", dijo el Jefe de Gobierno sobre el grupo.

Cabe recordar que Tan Biónica se presentó por primera vez en el festival Ciudad Emergente en 2010, donde comenzaba a explotar su fama. También lo repitieron en otras ocasiones, como en 2012, cuando 'guitarrearon' con el jefe de Gobierno demostrando así su afinidad el uno con el otro.

La banda fue la estrella del programa musical 'La Viola' en TN donde tuvieron gran repercusión de los shows que brindaban por aquel entonces.

Ahora, el gobierno porteño los puso en el mismo escalafón que Charly García o Virus, por poner sólo un par de ejemplos. Macri también reconoció culturalmente a "Violetta", que cargó con los honores de su "gran" aporte a la cultura.

Mientras artistas que fueron influencia para toda una generación y lucharon a favor de los Derechos Humanos, como La Renga, no pueden tocar en Capital por una disposición del gobierno porteño, otras bandas que llegaron a la fama de la mano de productores y discográficas se jactan de ser los estandartes de una cultura en la Ciudad cada vez más golpeada.