El metal siempre fue relacionado con lo oscuro, lo estigmatizante, lo marginal, pero un estudio realizado en Atlanta, demuestra justamente lo contrario.

En dicha ciudad confeccionaron un mapa mundi tomando como referencia la cantidad de bandas de heavy metal cada 100 mil habitantes.

Allí se muestra cómo el género tiene menor influencia en los países post-industriales, y cómo tiene mucha aceptación en los países escandinavos (como Suecia o Noruega) y en los que hay mejor nivel social.

Sacando a todos de los estereotipos, hoy este estilo de música goza de popularidad en las zonas más ricas al norte de Europa, con gran cantidad de bandas también en Norteamérica.

En América del Sur, Argentina y Chile figuran como los países que tienen más cantidad de bandas metaleras, siendo los países centroamericanos los que denotan un déficit en esta materia.

Los creadores de este mapa examinaron las conexiones entre el heavy y una serie de factores económicos y sociales. Allí encontraron que el número de bandas está vinculado con la producción económica del país, el nivel de creatividad y el espíritu empresarial.

Una mayor proporción de adultos que tienen títulos, así como mejores niveles de desarrollo humano, el bienestar y la satisfacción de vida, están directamente relacionados con la mayor cantidad de fans de este estilo de música.