La Fiesta Clandestina que tiene como lema “nada debería estar prohibido”, consiguió convocar a un público con bastantes ganas de liberarse un rato, aunque parece que alguno que otro no debería haberse liberado tanto o jamás comprendió la vibra de la fiesta.


“Estoy cantando 'El Fuego de tu amor' y se cagan a piñas. No entienden nada,” la cortó Mariano Castro aunque tuvo que parar otra vez más para poder continuar cantando: una situación poco común en cualquier recital de reggae.


Al margen de ese momento poco feliz, la noche estuvo muy bien. Groove se fue llenando pasada la medianoche del domingo mientras sonaba Jeites, la banda elegida para calentar motores. Cerveza en mano, los fanáticos comenzaron a bailar de a poco mientras subía la expectativa para que arranque Dread Mar-I.


Luego de un más inesperado que entretenido show del Circo Clandestino con artistas en telas desde el mismísimo techo de Groove, salió Mariano Castro a la cancha con mucha energía para dar.


Su publico abultado contra el escenario gritó prácticamente hasta el primer estribillo. La presencia de Dread Mar I (nombre que Mariano adquirió al comenzar su carrera como solista), prendió a sus fanáticos instantáneamente. Ellos estaban ahí listos para cantar las letras de sus canciones al ser apuntados con el micrófono.


Estalló la alegría en “Buscar en Jah”, el primer tema de su último disco “Trasparente”.  Así, un Groove repleto no paró de bailar durante una hora y media al ritmo de las letras románticas de este cantante que parece ser el actual rey argentino del Reggae Roots & Lover.


A lo que respecta a la fiesta, el carisma de Dread Mar-I se transformó en el pilar fundamental. La melodía reggae puede ser criticada por tornarse reiterativa pero la fuerza que él despliega en vivo es digna de admiración hasta de alguien que no sea su fiel seguidor.