Nevermind fue uno de los discos más importantes de la década del noventa y no sólo será recordado por sus canciones, sino también por su famosa tapa donde se ve a un bebé nadando bajo el agua mientras persigue un billete.

La foto de la portada fue tomada por Kira Weddle, quien meses después se junto con Kurt Cobain, Krist Novoselic y Dave Grohl en una pileta ubicada en Los Ángeles para recrear la tapa del disco.

El fotógrafo tuvo la idea de recrear las fotos con el trío pensando que podría servir para un segundo disco de Nirvana, aunque la idea no prosperó. Las imágenes fueron archivadas desde entonces hasta que Brett Morgen, director de Montage of Heck, las dio a conocer en el documental. También se podrán ver en la exhibición de Nirvana que se llevará a cabo en la Galería Moderna de Rock de Austin, Texas, Estados Unidos.

Cada fotografía sólo será impresa 50 veces y cada una tendrá un costo de 360, 540 u 800 dólares, dependiendo del tamaño.