Monroe Mills, una nena proveniente de Nambucca Heads, en Australia, sufre de una extraña condición que la hace alérgica al sol. La pequeña no puede salir de su casa durante el día, ya que si llega a entrar en contacto con un mínimo rayo de sol, podría sentir un gran dolor.


"Monroe sufre una rara forma de dermatitis que se conoce como dermatitis foto-agravada", dijo su madre, Sarah Mills, quien explicó que cualquier exposición a los rayos UV, por mínima que parezca, dejan a la niña con dolor durante varios días.

La nena fue diagnosticada con urticaria solar, que provoca la aparición de ronchas en la piel ante el menor contacto con los rayos solares. A pesar de los esfuerzos médicos por encontrar alivio permanente para Monroe, la enfermedad es incurable.


Lo único que evita que la nena sea trasladada a una clínica o a un centro médico, es un tratamiento a base de un traje húmedo que la protege del sol cuando tiene que salir a la calle, pero es sólo una solución temporal. Desafortunadamente, nunca podrá salir a la calle sin permanecer cubierta por el tejido especial.