Eric Rico Ortíz, de 24 años, pasa la mayor parte del tiempo arreglando jardines en Deltona, Florida, trabajo en el cual se cruza con arañas cotidianamente. Por ello y para evitar que su aracnofobia arruine su reputación laboral, el hombre tomó drástica decisión de tatuarse una araña en su cachete derecho.


Sin embargo, el joven no previno las reacciones de la gente. La novia de Ortiz, descontenta con el tatuaje, lo abandonó poco tiempo después. Además encuentra que el tatuaje le ocasiona problemas para conseguir un nuevo trabajo, ya que no le gusta mucho a sus futuros empleadores. Sus amigos de Facebook tampoco lo apoyan, escribiendo frases chistosas y desagradables en su muro.


Eric, además, tiene antecedentes criminales por robo, posesión de drogas y acoso, y además estuvo a punto de perder su licencia de conducir.