El macabro objetivo comenzó en 2007 cuando se incrustó dos implantes de teflón en la frente para que luciesen como dos cuernos. A esto, se le sumó una limadura de dientes para convertir sus caninos en auténticos colmillos.


Posteriormente, el "Hombre Diablo" decidió tatuarse la cara y dividirse en dos partes la lengua para "dar una imagen más terrorífica". Sin embargo, lo que más puso en riesgo la salud de este hombre fue el tinte rojo que se inyectó en los ojos y que podría haberle dejado totalmente ciego. Según explica, sus pupilas e iris coloreados de amarillo son fruto de "lentes de contacto, ya que padezco miopía".


Según informa el diario The Mirror, lo más increíble de todo es que Diablo se ha sometido a todos estos procesos sin ningún tipo de anestesia, "he estado completamente consciente todo el rato, cuando ves la aguja acercándose a ti, es algo muy estresante".


A pesar de la apariencia que ha decidido adoptar, este hombre no tiene preferencias por ninguna tendencia religiosa, lo hace porque es "algo divertido, no soy satánico ni nada de eso, simplemente es una cuestión de imagen".


Sin embargo, todas las modificaciones que se ha hecho en su cuerpo le ha dificultado tener relaciones amorosas. "Hay repercusiones que no me había planteado antes de empezar, pero es el viaje de mi vida y no voy a parar", concluyó .