Li Meng, de 25 años, proveniente de China, sufría fuertes dolores en su oído izquierdo y escuchaba ruidos, lo que la llevó a pensar que se trataba de una especie de demonio que se había apoderado de su cuerpo.

Sin embargo, los médicos del Hospital de Medicina Tradicional china de Xiamen, una ciudad al sudeste del país, le dijeron que se trataba de un arácnido que se había alojado en su oído.

Al parecer, el animal se había metido durante un viaje que la mujer realizó junto a su pareja.

Li Meng tomó analgésicos e incluso acudió a un templo pensando que había sido maldecida, ante la desesperación de no poder deshacerse del dolor y los constantes sonidos.

Los médicos debieron anestesiar a la araña para inmovilizarla y así poder extraerla, ya que esta puede reaccionar violentamente ante las pinzas, causándole aún más dolor a Meng.