Los habitantes de Beijing necesitaron acostumbrarse a usar máscaras de gas para realizar sus tareas cotidianas: la masa de gas contaminante que producen las industrias los envenena y los enceguece.

Tanto es así, que el gobierno chino instaló pantallas gigantes para transmitir la salida del sol en HD, ya que la polución impide ver el cielo.

Incluso las señales de televisión reproducen la imagen de la estrella, imposible de ver, escondido tras la nube tóxica que provoca enfermedades y muertes.