La mujer, de 84 años, explicó a los doctores de la localidad de Palmas, capital del estado de Tocantins, al sudoeste de Brasil, que hace más de 40 años se quedó embarazada y después de sentir fuertes dolores de panza acudió a un curandero dado que en la época no habían médicos en la localidad donde vivía, en Natividade.


"El hombre le dio remedios y ella dice que se sintió mejor. Su panza no creció más, el bebé dejó de moverse y ella pensó que había abortado", afirmó Saraiva Kratka, la doctora que examinó a la anciana.  


Los médicos detectaron el feto con la ayuda de rayos X y llegaron a la conclusión de que este murió entre la semana 20 y 28 de gestación.


La mujer expresó su deseo de seguir manteniendo el feto ya que en el transcurso de los años no le había ocurrido nada, aunque la doctora insistió en la necesidad de realizar una cirugía para evitar futuras complicaciones.