La cuenta de la australiana ya tiene 1.3 millones de seguidores y en las redes ya hay una segunda entrega de sus graciosas burlas a los famosos y sus extravagantes autofotos.

"A la gente le gusta mucho, nunca me importó cómo lo iban a recibir. Apenas comencé a hacerlo para mis amigos supe que le iba a encantar a todo el mundo. Ahora sigo haciéndolo porque me piden y hasta me desafían", le dijo Celeste al Daily Mail.

"Quería demostrar lo ridículo que puede llegar a resultar para una persona ‘normal’ recrear algunas de estas fotos”, explicó en declaraciones a BuzzFeed.