Una vez más, una retrógrada doctora de Los Ángeles, California, es noticia por haber realizado un absurdo diagnóstico. La médica indicó que un hombre de 46, que había concurrido a ella para hacerse estudios de rutina, padece de “homosexualidad crónica”.

Matthew Moore se enfureció cuando fue a buscar los resultados, y en su historia clínica hacían referencia a su sexualidad como una enfermedad, junto al código “302.0”, que coincidía con un código que se utilizaba hasta 1973 cuando la homosexualidad era considerada un desorden sexual y una perversión.

El hombre enfrentó a la doctora, llamada Elaine Jones, pero la profesional se justificó argumentando que en el mundo de la medicina todavía no hay un consenso a la hora de definir o no a la homosexualidad como una condición crónica.

Ante esta respuesta, Moore se quejó a su obra social, donde le prometieron que iban a cambiar los registros, aunque al cabo de varios meses todo seguía igual, lo que provocó que finalmente el hombre se decidiera a realizar acciones legales.

Al respecto, el demandante sostuvo que su medida tiene como objetivo que “los jóvenes no tengan que sentir, porque alguien se los dice, que su sexualidad es anormal o un problema médico, o una condición o una enfermedad, porque eso es algo que puede devastarlos emocionalmente”.

Por su parte, en el hospital pidieron disculpas a Moore, y explicaron que ellos "no ven a la homosexualidad como una enfermedad o una condición crónica". Este gesto del establecimiento del la salud llegó solo después que la demanda fue establecida.