La primera selfie de la historia, tomada por Oscar Rejlander, un fotógrafo sueco considerado como uno de los pioneros de la fotografía artística, fue vendida por 114.000 dólares en una subasta que se llevó a cabo en el Reino Unido.


Rejlander había realizado en 1850 un álbum con 70 registros que luego fue entregado a una casa de subastas en Inglaterra. Su propietario no sabía su valor histórico y en un comienzo pensaba venderla por 163 dólares.


El álbum en cuestión contiene fotos de la esposa de Rejlander, el hijo del poeta lord Alfred Tennyson, algunas imágenes de su infancia y el ya mencionado autorretrato del autor.


Rejlander fue pintor de retratos antes de pasar a la fotografía, siendo muy conocido por su impresión del fotomontaje The Two Ways Of Life, en 1857, compuesto de 32 negativos con personas parcialmente desnudas, lo que provocó gran polémica en su época.