Elisany da Cruz Silva, de 18 años y de más de 2 metros de altura, lleva unos tres años con su novio, Francinaldo da Silva Carvalho, que mide casi medio metro menos.


"Le dije muchas veces que no me proponga matrimonio porque contestaría que no", cuenta Elisany, que trabaja como modelo. Sin embargo, aceptó cuando él se arrodilló ante ella durante un paseo por la playa y le regaló un anillo. "Estaba tan nerviosa al verlo", cuenta la joven, que dice que lo que más le gusta de su prometido es cómo la trata a ella y a la gente en general.

Su novio no tiene ningún problema por tener una novia más alta que él. "La vi desde lejos y pensé, 'necesito estar con esta chica'", cuenta Francinaldo.


La boda no se celebrará pronto, ya que la pareja necesita ahorrar dinero para la ceremonia. Pero Elisany tiene muchas ganas de ser madre cuanto antes, aunque tiene miedo de que el tumor de hipófisis que tuvo y que fue la razón de su gigantismo pueda afectar a su fertilidad.