Se trata de Arya Permana, un nene proveniente de Indonesia que se ganó el título de “el nene más obseso del mundo”, ya que a sus 10 años pesaba 200 kilogramos. Sin embargo, dos años después, gracias a una estricta dieta, el joven logró bajar 100 kilos y ahora sueña con convertirse en futbolista profesional.

El problema comenzó cuando Arya cumplió los dos años, momento en que comenzó a acumular masa corporal a una velocidad anormal, sin que los médicos que lo analizaron pudieran dar con las causas. Además, sus padres debieron gastar todos sus ahorros para poder alimentarlo.

Los años pasaron y Arya se hacía cada vez más grande. A los nueve años ya era tan obseso que ni siquiera podía caminar, lo que lo llevó a abandonar la escuela. Sus padres, al ver que su hijo no podía llevar una vida normal, decidieron someterlo a una dieta estricta limitada en azúcar y carbohidratos, a ejercitarse y a pasar por una cirugía de banda gástrica.

El joven ahora camina cinco kilómetros por día, juega al bádminton con sus amigos y al fútbol, su deporte favorito. Arya podrá volver pronto a la escuela y planea bajar otros 40 kilos.

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