Un pequeño territorio sin reclamar, una persona con la alocada idea de fundar una nación independiente, una bandera izada en el desolado lugar y la proclamación de un país soberano. Así nació Liberlandia.

Vit Jedrika, el presidente de este nuevo Estado, busca 5 mil personas que tengan ganas de ser pioneros en este país donde el lema es "Vive y deja vivir".

Jedlicka, nacido en la República Checa, tuvo hace algún tiempo la ocurrente idea de proclamarse mandatario de un pequeño territorio sin reclamar, entre Croacia y Serbia y a orillas del río Danubio.

La broma creció y la "República Libre de Liberlandia" pasó a tener página de Facebook, cuentas de Twitter, un sitio web oficial, además del borrador de una futura constitución y un himno:

Liberlandia promete "libertad individual y económica, concedida a los ciudadanos y que limita el poder de los políticos". Pretende "crear una sociedad en la que las personas honestas pueden prosperar, sin tener el Estado haciendo su vida difícil con restricciones e impuestos innecesarios".

Por lo pronto, el presidente sigue eligiendo entre los postulantes a convertirse en ciudadanos de este nuevo país. Hay 250 mil personas que quieren vivir en Liberlandia, pero deberán pasar por el proceso de selección definido por Jedlika.

Todo suena bastante bien a futuro, pero por ahora esta nueva nación no cuenta con agua potable, gas ni suministro eléctrico. Sólo tiene alguna que otra edificación destruida por la guerra.

Así están las cosas en Liberlandia ahora, pero en cuanto a proyecto a futuro, el presidente promete que habrá energía solar, servidores web y sistemas de telecomunicaciones propios, se construirá la ciudad y se designará un gobierno de entre diez y veinte ciudadanos, que se elegirá por el voto electrónico de los futuros cinco mil habitantes.