Un hombre de California, Estados Unidos, cuyo nombre no trascendió, decidió ir al médico a raíz de un dolor constante en la zona baja del abdomen que le causaba problemas cada vez que iba a orinar. Una vez allí, los especialistas descubrieron que tenía una piedra de 770 gramos alojada en la vejiga.

Por lo general, las piedras que se forman en el riñón o la vejiga son pequeñas, por lo que el cuerpo las puede expulsar por las vías naturales. Sin embargo, en el caso de este paciente de 64 años el bulto fue ganando tamaño hasta tal punto de asemejarse al de un huevo de avestruz, según informó el Daily Mail.

Finalmente, la piedra fue removida de manera quirúrgica y además debieron destruir con un láser una pequeña formación mineral en el uréter, conducto por el que desciende la orina desde el riñón o la vejiga.

La formación de esta gigantesca piedra se formó debido a que el hombre había sufrido cáncer de vejiga hace una década y los médicos tuvieron que construirle una nueva a partir de sus intestinos, lo que aumenta dramáticamente la formación de piedras.