La policía del estado de Nueva York, Estados Unidos, acusó a una madre de envenenar de forma intencionada a su hijo de cinco años, con el objetivo de generar interacción con los seguidores de sus redes sociales.

El pequeño Garnett Spears siempre tenía una dolencia diferente, entre infecciones de oído o fiebres, y se la pasaba ingresando y saliendo de los hospitales de la zona, sin que los doctores pudieran determinar las causas de sus males.

Finalmente, el menor murió, y entonces comenzó una investigación judicial que derivó en la madre como principal sospechosa. El niño falleció producto de un paro cardíaco.

A raíz de la investigación, los agentes detuvieron a Lacey Spears, la madre del niño fallecido, acusándola de envenenar deliberadamente a su hijo con sal, asesinato depravado y homicidio en primer grado, aunque la mujer, de 26 años de edad, se ha declarado inocente.

Las autoridades creen que Spears sufre en determinado grado una enfermedad psiquiátrica conocida como síndrome de Munchausen, que padecen aquellos padres que deliberadamente hace daño a su hijo con el fin de llamar la atención.

En este sentido, según la Policía, a la joven madre le gustaba escribir en su blog sobre el empeoramiento de Garnett, así como hacer constantes actualizaciones sobre el estado de su hijo en Facebook y Twitter.

Otro caso similar trascendió el pasado miércoles, cuando se supo que una mujer australiana de 23 años fue condenada a 6 años de cárcel por envenenar a su propia hija con quimioterapia a fin de ganar más popularidad en Facebook.