Típica guerra entre vecinos. Pero en este caso, la protagonista es la envidia, ya que un grupo de residentes de un edificio italiano denunció a uno de los propietarios, acusándolo de emitir alaridos y gemidos extremos en largas sesiones de sexo extremo con su pareja.

El hombre de 42 años tendrá que cumplir una condena de 6 meses de prisión, que le impuso un juez local, haciendo lugar al reclamo de sus vecinos quienes afirmaron que los ruidos "atentan contra la paz del consorcio y el decoro del edificio".

El hecho tuvo lugar en la localidad italiana de Vigodarzere, al norte del país, como consecuencia de un supuesto "acoso" por el volumen de los gritos.

Si bien el hombre apelará el fallo, es difícil pensar que los vecinos queden tranquilos ante su inminente regreso a las aventuras amorosas.

La pregunta es si, durante su estadía en la cárcel, también provocará inconvenientes con los internos, ya que seguramente, las ofertas sexuales no escasean en aquel sitio.