La diseñadora Emily King, de 26 años, proveniente de St. Petersburgo, Florida, Estados Unidos, lanzó la almohada previo a las celebraciones del día de San Valentín, para que las personas que no tengan pareja no se sientan mal y puedan besar aunque sea a su almohada. Además, también sirve para los primerizos que necesiten mejorar su técnica y así poder encarar su primer beso como un profesional.


Antes de decidir si poner a la venta sus almohadas "besables", que salen 30 dólares, Emily hizo una pequeña investigación y descubrió que las personas menores a 25 años la veían como una herramienta útil y divertida, aunque a los mayores les pareció bastante "espeluznante".


"Cuando yo estaba en la escuela todos hacían bromas sobre el 'entrenamiento' con la almohada. Estoy admitiendo que yo no era la única que lo hacía, ya que cada chiste tiene un grano de verdad", dijo Emily.