Cansados de los malos resultados y al borde del descenso, los dirigentes de Tiburones de Veracruz, equipo que juega la Liga Mexicana, contrataron a un cura para poder ahuyentar la mala onda del vestuario local. De todas maneras, algo salió mal y terminó prendiendo fuego el lugar.

Todo sucedió el domingo pasado, horas antes de que comience el partido entre los Tiburones, donde juegan los argentinos Daniel Villalba y Cristian Menéndez, y los Xolos de Tijuana, equipo que dirige Diego Cocca. Antes de que abrieran las puertas del estadio Luis Fuentes, el sacerdote se acercó al vestuario y después de rezar prendió unas velas en distintos puntos del camarín. Luego, una vez finalizada su tarea, cerró la puerta y se marchó

Fue en ese momento cuando el vestuario comenzó a arder en llamas y los bomberos debieron intervenir. La mala suerte continuaba. Los jugadores no pudieron utilizar el vestuario y fueron trasladados al gimnasio del club para realizar la entrada en calor y recibir la charla técnica.

Eso sí, más allá del inconveniente, los Tiburones ganaron 1 a 0 y recuperaron las esperanzar de seguir en Primera.