Este can de tres años ya había sido reconocido por la cantidad de trucos que le enseñó su dueño Omar von Muller. Con un vistoso pelaje resultado de una mezcla genética, obedece a cada una de las indicaciones.

Además, el truco de escribir su nombre no es único. En realidad, el animal aprendió a seguir las indicaciones de su amo y así escribir prácticamente cualquier palabra o signo.