Tom George, de 24 años, se encontraba nadando junto a su novia, Corby Tibby, de 21, en las playas de Cornualles, al sur de Inglaterra, cuando debieron abandonar el mar de inmediato tras avistar a un tiburón peregrino de 5,4 metros que se encontraba a poca distancia de ellos. El joven logró filmar la escena.

Afortunadamente, este tipo de escualo no representa una amenaza para el ser humano, ya que se alimenta filtrando el agua en lugar de cazar animales como otras especies de su familia. Los bañistas no estaban al tanto de esto y por las dudas decidieron volver a la orilla lo más rápido posible para tomar precauciones.

"Algunas personas que estaban nadando en el mar salieron a toda velocidad, pero ciertos espíritus valientes se quedaron para mirar", contó George. "Nosotros lo seguimos con nuestro bote. Yo nunca había visto uno en libertad. Me hizo el día", agregó.