En la página web del Museo de Osteología se explica el porque de la ubicación de los ojos de los animales: "Vista al frente, el animal va de caza. Vista lateral, el animal se esconde". Salvo en el caso del tiburón y el delfín, que utilizan su mirada lateral para observar por debajo del agua, las imágenes de Kiyoi transforman a preciosos animalitos vegetarianos en temibles bestias, que además de extraños son obviamente muy graciosos.