Tienen que jugar los mejores/ Ser el mejor se demuestra en cada partido, dos verdades 'fuboleras' que no se cumplieron este jueves

Argentina perdió con Croacia 3 a 0 sin atenuantes y complicó sus chances de seguir en el Mundial de Rusia. 

Un error garrafal de Caballero apenas comenzado el segundo tiempo derrumbó en lo futbolístico y anímico al equipo de Sampaoli. 

Tras un primer tiempo en el que sufrió y creó peligro en los mismos sectores de la cancha -los costados-, período en el que apenas generó dos ocasiones de gol, la Selección se desdibujó tras el primer tanto de Croacia. 

A diez minutos del final, contabilizando apenas dos ocasiones de gol (remates de Kun y Messi), llegaron el segundo tanto -golazo de Modric-, y el tercero que es la imagen de un equipo entregado, el de Rakitic.

Se puede cuestionar el cambio de Higuaín por Agüero y no dejarlos juntos, sacar a Enzo Pérez -aunque quizás el DT pensó que podía no aguantar todo el partido-, o el sistema táctico. 

También los nombres en cada sector del campo (¿por qué no Pavón o Dybala por Meza en un lugar de la cancha donde el desarrollo del juego comprobó que no había que cumplir funciones de marca?), el más notable el del arquero Armani, y los duelos individuales en los que no se hizo diferencia. 

¿Y Messi?

En el segundo tiempo lo hizo, buscó por la línea media la pelota pero no gravitó en sus lateralizaciones y lo mismo, tampoco pudo juntar hombres y soltar un pase. 

En resumen, falta de ideas de juego, profundidad y volumen de juego, un Messi ausente, y un error garrafal de un arquero cuestionado que encendió el fuego que incendia el mundo futbolero en nuestro país. 

¿Y ahora?

Argentina debe esperar que el viernes Nigeria le gane a Islandia (si es por varios goles mejor) y vencer a los africanos en la última fecha del Grupo D. Claro que mirará de reojo el partido entre Islandia y Croacia, porque ya no depende de sí mismo. 

O quizás sí, pero ya no será el Mundial que nos sentamos a ver. Porque lo de hoy fue un papelón.