Al menos 30 personas fallecieron en el incendio desatado el pasado miércoles en una torre residencial en el oeste de Londres, según actualizó y confirmó hoy el comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana de Londres (Met).

Ante la prensa, el alto mando policial señaló además que "en estos momentos, no hay nada que sugiera que el fuego fue provocado deliberadamente" e indicó que "tristemente" no esperan "encontrar más supervivientes".

El número de muertos podría incrementarse ya que hay personas hospitalizadas en estado crítico y los desaparecidos suman varias decenas.  En su último parte oficial, el Servicio Nacional de Salud (NHS) indicó  de las 24 personas internadas, 12 se encuentran en un estado delicado.

El interior de una de las viviendas totalmente devastada

Por otro lado, continúa la investigación sobre el desencadenamiento del siniestro aunque descartan que haya sido intencional. Lo que sí está en juego es la responsabilidad sobre las condiciones de seguridad del inmueble, puertas de emergencia y falta de material ignífugo que convirtió a la torre Grenfell —un bloque de 120 viviendas de 24 plantas, donde vivían entre 400 y 600 personas, en el barrio de North Kensington— en una trampa mortal en cuestión de minutos. 

Por su parte, la Reina Isabel II junto al príncipe Guillermo se acercaron al centro de evacuados a contener y acompañar a víctimas y familiares de la tragedia.