En un primer momento hubo terror de que la nave cayera de manera descontrolada sobre la Tierra pero ahora parece que esos temores eran infundados.

Desde su lanzamiento la nave carguera Progress M-27M, sin tripulación, experimentó problemas en el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).

El director de Roscosmos, Ígor Komarov destacó "la continuación del vuelo del carguero y su acoplamiento seguro con la EEI no son posibles. En estos momentos se están supervisando los sistemas a bordo del aparato y  analizando las futuras opciones para inundar la nave" y evitar así algún daño mayor.

La Corporación Espacial y de Cohetes rusa Energía (RKK Energiya) confirmó que los fragmentos del Progress M-27M no alcanzarán la Tierra, pues arderán en la atmósfera.

La nave carguera llevaba más de 2,5 toneladas: combustible, oxígeno, alimentos, equipos para experimentos científicos, entre otras cosas.