El siniestro se produjo en la localidad trasandina de Villa Santa Lucía, en la región de Los Lagos- a unos 1.100 kilómetros al sur de Santiago-  donde las intensas lluvias provocaron el desbordamiento de algunos ríos y un alud que sepultó el pueblo de 300 habitantes.

Según el informe, el deslizamiento de tierra arrasó unas 20 casas y algunos vehículos quedaron destruidos, mientras que el pueblo se quedó sin electricidad y sin servicio de agua potable.

La presidenta Michelle Bachelet declaró el pasado sábado el estado de emergencia y catástrofe para poder designar mayores recursos a la zona. El Servicio Electoral anunció que en Villa Santa Lucía se suspendió la votación presidencial que se celebra este domingo en el país, debido a los daños que sufrió la escuela donde se iba a instalar la única mesa de recepción de sufragios del poblado.

"Hasta ahora tenemos cinco fallecidos, dos mujeres identificadas y hay otros dos vecinos y un turista más que no han podido ser aún identificados", dijo Bachelet el sábado en una rueda de prensa, aunque luego el número de muertos se amplió.  "Hay 15 desaparecidos que se están buscando de manera muy importante. Asimismo, hay 8 heridos, cuatro graves", agregó antes de que se conociera la ultima cifra de 11 muertos.  

Los equipos de emergencia tardaron en llegar al sitio dadas las dificultades geográficas y que los caminos que la conectan se encontraban bloqueados por barro y piedras. La Fuerza Aérea de Chile y la Policía envió ayuda en helicópteros, mientras que la Marina movilizó embarcaciones hasta el puerto más cercano a la zona del incidente.