La crónica de las idas y vueltas de Donald Trump y su posición respecto a los grupos extremistas como neonazis y Ku Klux Klan- que resurgieron tras la llegada del republicano al poder- , en especial después de las agresiones ocurridas en Charlottesville, no deja de sorprender. 

Luego de lo ocurrido el sábado pasado en el estado de Virginia que terminó con un saldo de tres muertos y varios heridos, Trump primero habló de la violencia "de muchas partes". Esta respuesta que inmediatamente fue catalogada como "tibia" provocó tanto malestar en la sociedad que la Casa Blanca, y el vicepresidente Mike Pence, salieron a reforzar la condena hacia los grupos extremistas. 

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Ante la presión social, mediática y política, el presidente de los Estados Unidos decidió "corregir" sus palabras y condenó a los neonazis aunque ahora se volvió a retractar y habló de "culpas" compartidas. 

"He condenado a los neonazis, he condenado a muchos grupos. Pero no toda esa gente eran neonazis,o supremacistas blancos, ni mucho menos", recalcó en el vestíbulo de la Torre que lleva su apellido frente a una prensa a la que volvió a acusar de mentir sobre su persona. 

Y señaló: "George Washington era dueño de esclavos, ¿vamos a retirar sus estatuas?" para ironizar  "Entonces quitamos la de Jefferson a la semana siguiente". "Fue un momento horrible para nuestro país, pero hay dos lados en esta historia", se justificó Trump de manera reiterada ante la prensa. 

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David Duke, exlíder del Ku Klux Klan, agradeció las últimas palabras del republicano. “Gracias, presidente, por su sinceridad y su coraje para decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas izquierdistas en BLM/Antifa [en referencia al movimiento Black lives matter y antifascista]”.

Por su parte, la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL-CIO)- la mayor central obrera de Estados Unidos- anunció que abandona el consejo de empresarios creado por Donald Trump como gesto de rechazo hacia la ambigua respuesta del presidente al asesinato de la manifestante antifascista Heather Heyer que fue atropellada por un neonazi el sábado pasado.