Las cámaras de seguridad de su propia casa captaron el momento en que Paul Bashi, de 35 años, ataca brutalmente a Kristina Perry, su pareja de 22.

Todo habría comenzado cuando el hombre revisó el teléfono de su novia y encontró cosas que no le gustaron. Por eso, ni bien ella atravesó la puerta, comenzó a golpearla sin piedad. 

En las cámaras se registraron más de 100 golpes, no solo de puño o patadas, sino con diferentes elementos que tenía a mano en la casa. 

También toma un cuchillo y la apuñala dejando a la joven en coma en el hospital. Luego, fue detenido por la policía local. 

"Él viene y va varias veces con diferentes cuchillos", dijo Pam Mclean, investigadora del caso. 

A pesar de que la joven casi pierde la vida logró recuperarse y hasta se presentó como testigo en el juicio para pedir que levantaran los cargos contra Bashi porque "había sido su culpa".

A pesar de que afirman en la corte norteamericana que muchas veces las víctimas se sienten presionadas a tomar este tipo de posturas, otros pueden hacer la denuncia y seguir adelante con el caso.