En los últimos días, el agua golpeó con especial crudeza. Al menos 10 personas murieron en el municipio turístico de Rurrenabaque, en la región de Beni, en el norte del país.

En la región de El Chapare, en el centro de Bolivia, se desbordaron once ríos. Como consecuencia, más de 20.000 familias se vieron afectadas por las aguas, y se han registrado importantes daños materiales.

Según pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, se espera que las fuertes lluvias continúen en los próximos días, por lo que las autoridades planean debatir un proyecto de Ley de Tratamiento de Emergencia y Desastres Nacionales.

Lluvias y tormentas eléctricas

El vicepresidente del país, Álvaro García Linera aseguró, en declaraciones citadas por la agencia de noticias EFE, que 80 de los 339 municipios de Bolivia sufren las consecuencias de riadas e inundaciones.

En Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología emitió una alerta de lluvias y tormentas eléctricas entre la madrugada del miércoles 29 de enero y la noche del jueves 30 que afectarán a los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y Beni.

Desde el comienzo de la época de lluvias, en octubre, las inundaciones y deslizamientos de tierra dejaron al menos 45muertos.

La declaración de emergencia nacional, que tuvo lugar el martes, permitirá que se movilicen con mayor facilidad fondos, recursos y fuerzas de seguridad a las zonas más afectadas.