Las armas las carga el diablo, reza el dicho y está vez parece haberle dado la razón. Porque el joven que estaba en la caja de un pequeño supermercado de los Estados Unidos tratando de amigarse con una pistola con la que pretendía defenderse -claramente no era un experto en el tema- terminó con su propia vida en un descuido.

Las imágenes son muy fuertes porque captaron el momento exacto en el que se dispara el arma y cae ya sin vida al suelo.

En los momentos previos había cometido todos los errores posibles -se apuntó a sí mismo, no se aseguró de que estuviera descargada, no mantuvo el dedo fuera del gatillo- que finalmente lo llevaron a la muerte.