El número de muertos por el terremoto de 7,8 grados de magnitud que sacudió a Ecuador el sábado, alcanzó las 350 personas, según el último informe oficial, el presidente Rafael Correa, quien este domingo recorrió las zonas más afectadas.

"Temo que esa cifra aumentará porque seguimos removiendo escombros", expresó Correa en Portoviejo, provincia de Manabí, según consignó EFE.

El mandatario ecuatoriano ya recorrió varias zonas afectadas por el terremoto como las ciudades de Manta, Portoviejo y Tarqui, donde habló y escuchó a la gente afectada. Consideró que "la tragedia es muy grande" y dijo que "hay todavía muchísimos cadáveres entre los escombros", pero aseguró que el país sabrá "salir adelante".

Además, el presidente aclaró que 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas y 4.005 policías están desplegados por las zonas más afectadas y los hospitales están funcionando correctamente para dar asistencia a los heridos.

Más temprano, el vicepresidente Jorge Glas había señalado que hasta el momento hay unas 2.527 personas heridas. "Se está canalizando toda la ayuda necesaria, los ecuatorianos más unidos que nunca", aseguró el mandatario.

"Tenemos información de personas heridas, atrapadas en diferentes cantones y estamos preparando el rescate", sostuvo Glas antes de tomar un vuelo hacia Manta, una de las ciudades más golpeadas, a orillas del Pacífico y donde se derrumbó la torre de control del aeropuerto local.