Después de sacar a Dilma Rousseff del poder por denuncias de tráfico de influencias y corrupción, el Gobierno de Temer no parece poder despegarse de esas acusaciones y en seis meses ya tiene seis ministros que se vieron obligados a dejar sus cargos. 

"Frente a las dimensiones de las interpretaciones dadas, pido disculpas a quienes hayan sido por ellas alcanzados, pero Brasil es mayor que todo eso", escribió el ministro brasileño de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima en una carta que difundió Presidencia y en la que puede leerse su "renuncia irrevocable". 

Vieira Lima  se refirió a Temer como un "fraterno amigo" aunque manifestó no poder soportar el dolor de su familia ante las denuncias en su contra. 

El exfuncionario renunció después del escándalo mediático y judicial que tuvo lugar cuando el ex ministro de Cultura Marcelo Calero aseguró que había sido presionado por Vieira Lima de forma ilegal para autorizar la construcción de un edificio en la ciudad de Salvador en el que éste último tenía comprados departamentos. La prensa local también informó que incluso existe un audio de la conversación en la que Calero le avisa a Temer sobre esta irregularidad.