El consumo de carne de perro y gato, impensada en gran parte de Occidente, en Asia tiene una tradición que se remonta a los comienzos de su historia. 

Países como China, Filipinas, Corea, Vietnam e Indonesia son vistos con aprehensión por parte de organizaciones protectoras de animales que denuncian el maltrato que suelen sufrir los animales antes de ser faenados. 

En una enmienda que se considera "histórica", la Agencia Central de Noticias de la isla (CNA) aseguró que la modificación mostró la transición "de una sociedad en la que la carne de perro se consume regularmente" a una en que "muchas personas tratan a los perros y los gatos como miembros de sus familias".

Ahora, quienes coman o comercien con carne de perro o de gato pueden recibir una multa de entre 1.640 y 8.200 dólares. La enmienda también prohíbe "pasear" a la mascota con una correa tirada por un coche o motocicleta y lo califica como crueldad animal que puede tener un plazo máximo de prisión de dos años y una multa de hasta  65.500 dólares.