Los alegatos se iniciaron el lunes en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, donde Bolivia presentó una demanda para recuperar la salida soberana al mar que perdió en la Guerra del Pacífico de 1879-83.

Las audiencias de esta semana se centran en la objeción preliminar sobre la jurisdicción de la CIJ presentada en julio de 2014 por Chile, que sostiene que el tribunal debería declararse incompetente.

De hecho, en la primera audiencia, los representantes chilenos declararon que el tribunal internacional "carece de potestad" y "no tiene competencia" para resolver el litigio, ya que el diferendo "ya fue resuelto en 1904, que es el tratado que rige este asunto".

Por eso, el agente de Chile y exministro de Justicia de su país, Felipe Bulnes, concluyó que se trata de "un asunto que no compete a esta corte" y por lo tanto ese tribunal internacional no tiene jurisdicción para pronunciarse sobre acuerdos regidos por tratados.

Por su parte y ante el inicio de esta semana de alegatos, el presidente Evo Morales izó en La Paz la bandera de la reivindicación marítima de su país, como gesto simbólico que tuvo lugar en la plaza Murillo, sede del Legislativo y del Palacio de Gobierno.

El mandatario explicó que con ese gesto los bolivianos quieren "acompañar" a la delegación que se desplazó a La Haya para seguir la fase de argumentos sobre el recurso de incompetencia de este tribunal presentado por Chile.

Evo señaló durante el acto que "nuestra obligación es defender la vida y la justicia y demostrar con solidez, con argumentos, que Bolivia tiene que volver al Pacífico con soberanía".

En su argumentación para el reclamo, Bolivia afirma que la pérdida de su litoral en el Pacífico fue producto de una invasión de tropas de Chile, que declaró la guerra mucho tiempo después de haber ocupado la costa boliviana. Así, perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros de territorio.

La delegación boliviana expondrá estos argumentos el miércoles, indicando que la CIJ es competente porque los dos países suscribieron en 1948 el Pacto de Bogotá que creó el tribunal.

“Bolivia está muy confiada en su punto de vista y en su posición” porque está “apegada a la verdad”, aseguró la semana pasada su vicepresidente, Álvaro García Linera, y anticipó que los delegados de su país no utilizarán argumentos políticos sino “exclusivamente jurídicos”.

Tras la primera ronda de alegatos orales, ambos países tendrán la oportunidad de volver a intervenir el jueves (Chile) y el viernes (Bolivia), tras lo cual la corte decidirá en primer lugar sobre si es competente para resolver en este caso.