Hubo gran conmoción y revuelo cuando la policía detuvo a Michael Steven Sandford que quiso sacar un arma y asesinar a Donald Trump en el medio de una convocatoria republicana en Las Vegas. 

El joven de 19 años posee nacionalidad británica y reside en Estados Unidos hace más de un año y medio. Vivió en Hoboken, Nueva Jersey, y más tarde se mudó a Ontario, en California. 

Llegó hasta Las Vegas manejando su BMW 328i negro de 2007. Cuando fue detenido la policía comprobó que su visa había expirado y que permanecía de manera ilegal en el país durmiendo en su auto.

El día anterior al intento de magnicidio, el joven fue a una galería de tiro popular en Las Vegas y practicó con una pistola Glock de 9 milímetros.

"Sandford aseguró que llevaba un año tratando de matar a Trump pero que lo había intentado en esta ocasión porque se sentía con suficiente confianza al fin", se desprende de su declaración a las autoridades. Además, aseguró que "si estuviera en la calle mañana, volvería a intentarlo". El cargo que se le imputa hasta el momento es comportamiento violento en un área restringida, aunque los fiscales sospechan de su salud mental y señalaron que podría sufrir un leve tipo de autismo.