Con 383.256 infectados hasta este momento, Estados Unidos es el epicentro mundial del coronavirus, con un total de 12.021 muertes en el país del norte, según datos de la Universidad Johns Hopkins, que monitorea globalmente la expansión de la pandemia.

Eso mientras el presidente Donald Trump se niega una y otra a vez a declarar una cuarentena nacional y delegó esa decisión en los gobernadores de cada estado, lo que le ha valido numerosas críticas. Así las cosas, en la Casa Blanca ya estiman un escalofriante suma de 100.000 fallecimientos debido al COVID-19.

Mientras tanto y con 727 muertes en la última jornada, la cifra más alta registrada desde el inicio de la epidemia en la urbe, las víctimas fatales en la ciudad de Nueva York llegaron a 3.202. Datos que muestran casi un 30 por ciento más de fallecidos que en la víspera, según el Departamento de Salud neoyorquino.

Además, semejante y espeluznante cifra rompió otra marca: el coronavirus ya causó más muertos que los atentados del 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones secuestrados se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, provocando la muerte de 2.753 personas.