En su cruzada religiosa y antiderechos el presidente de Brasil se metió en la política interna de otro país -el nuestro- a pesar de que las normas diplomáticas desaconsejan hacerlo.

Pero está claro que para Jair Bolsonaro el apoyo de su núcleo duro -evangelistas y amantes de la mano dura- es clave y a ese sector suele hablarle.

La Ley del Aborto es una divisoria de aguas en muchas sociedades y Argentina marca una tendencia en la región por su peso simbólico -Uruguay aprobó la ley con anterioridad pero se trata de un país más pequeño y con menos impacto en el continente-, por lo que es esperable que en Brasil crezca el pedido a pesar de los denodados esfuerzos del mandatario para impedirlo.

Por eso, Ofelia Fernández le respondió con ironía y le recordó el asesinato aun no esclarecido de la militante carioca Marielle por grupos paramilitares:

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