Ni en la mejor película de asaltos a bancos se vieron imágenes como las que vivió Brasil anoche. Para la huida los delincuentes ataron rehenes al techo de los automóviles para evitar que la policía pueda dispararles a distancia.

El asalto se produjo en Araçatuba, una ciudad pequeña de apenas 200 mil habitantes, a unos 500 kilómetros de la ciudad de San Pablo, y el asalto se llevó a cabo en dos bancos: Caixa Económica Federal y Banco do Brasil.

"Vivimos una madrugada de terror, le pido a la población no salir de casa, no habrá comercio ni transporte urbano porque hay explosivos diseminados por las calles", dijo el intendente de la ciudad, Dilador Borges.

No es la primera vez que este tipo  de robos se producen en Brasil que incluye la toma total de las ciudades relativamente pequeñas para robar bancos.

Para evitar la reacción policial los delincuentes usaron un dron para controlar las salidas de la ciudad luego del atraco.

Uno de los fallecidos es un hombre en situación de calle que tocó un explosivo dejado por los delincuentes.

Dos de presuntos miembros del grupo de asaltantes fueron detenidos, uno murió y otro está baleado en un hospital, dijo el subsecretario de Seguridad de San Pablo, Alvaro Camilo.

Las cámaras de tránsito y de seguridad de la ciudad lograron filmar cómo los rehenes eran usados como escudos en el tiroteo y atados a los techos de los cuatro vehículos usados para la fuga.

No se descarta que la autoría del caso tenga vinculación con el Primer Comando de la Capital, el PCC, la mayor organización criminal de Brasil y de la región sudamericana, que controla el tráfico de drogas y armas y nació dentro de los presidios paulistas.

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