"De aquí en adelante la economía va a seguir creciendo y vamos a recoger los frutos de la nueva ley laboral" con más empleo, aseguró el cuestionado presidente de Brasil, Michel Temer ante la aplicación de la reforma laboral que flexibiliza el trabajo de millones de ciudadanos. 

Y si bien Temer planteó que "La nueva ley no le va a quitar los derechos a nadie" en la práctica los sindicatos y trabajadores mostraron sus temores como así también puso en alerta a la industria argentina en términos de pérdida de competitividad, sumado al proyecto de reforma laboral de Mauricio Macri. 

La nueva reforma de Temer permite que los pactos en cada empresa se sobrepongan a lo que fija la propia ley y los convenios colectivos. Además quedó establecida una forma de contratación más flexible a través del contrato de trabajo "intermitente" y la posibilidad de que las vacaciones sean seccionadas en tres veces. 

En Argentina, el empresario Marcos Galperin, CEO de Mercado Libre, despertó la polémica semanas atrás con un tuit en el que señaló: "Viendo la reforma laboral Brasilera, Argentina puede 1) imitarla, 2) salirse del Mercosur, 3) resignarse a perder millones de empleos a Brasil".

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Galperin es el fundador de la cuarta empresa más grande del país, cuyo valor supera los u$s 12.000 millones, según la revista Forbes.  Por su parte, Jorge Di Fiori, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Sevicios (CAC), afirmó en agosto pasado que apoya una reforma laboral aunque aclaró que "no como la de Brasil". 

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La CGT destacó que "según los análisis de sindicatos y especialistas, la contrarreforma laboral afecta negativamente más de 120 aspectos individuales y colectivos que protegían las condiciones de trabajo". Entre las cuestiones perjudiciales para los trabajadores, están la negociación individual entre el patrón y el trabajador; elimina la idea de jornada de trabajo y crea el trabajo intermitente; permite el despido por común acuerdo entre empleador y trabajador; inutiliza el salario mínimo nacional y los pisos salariales por gremio y bloquea caminos que hasta ahora el trabajador tenía para reivindicar sus derechos ante la justicia laboral.

Además,  tras la reunión de este jueves del consejo directivo, la CGT ratificó su rechazo al proyecto de flexibilización laboral de Mauricio Macri, al señalar que tiene "puntos inaceptables", por lo que pidió "importantes modificaciones" para consensuar la normativa y advirtió que el oficialismo "no tiene los votos para aprobarlo" en el Congreso.

Vía: Ámbito Financiero/Agencias