El juez de primera instancia Sergio Moro condenó al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.

Si bien la decisión fue divulgada este miércoles 12 de julio, el líder popular sólo iría a la cárcel si el fallo es confirmado por un tribunal de segunda instancia.

Se trata de la primera vez en la historia de Brasil que un exmandatario es condenado a prisión por corrupción. Además, el fallo salió en tiempo récord, ya que el mismo tribunal tardó un promedio de 16 meses para dictaminar en casos similares, mientras que la decisión sobre Lula salió en menos de diez meses.

El político- con aspiraciones presidenciales para el 2018- está acusado de recibir sobornos por parte de la constructora OAS, en forma de un apartamento en el litoral paulista, entre otras ventajas. OAS era contratista asidua de Petrobras, y los sobornos habrían sido a cambio de contratos con la petrolera estatal. En la sentencia puede leerse:  "De estos valores (los aportados por OAS) 3.738.738 reales fueron destinados específicamente al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva". 

El juzgado del juez Moro está en la mira para muchos ya que señalan que se trata de una movida política para hacer que Lula pierda la posibilidad de ser electo nuevamente presidente 

Mientras que según los investigadores del Lava Jato, Lula fue el jefe de un esquema de corrupción que funcionaba en Petrobras, y junto a OAS habría desviado cerca de 30 millones de dólares de la petrolera.

Junto al expresidente brasileño, también fueron condenados por el mismo delito de corrupción pasiva y lavado de dinero José Adelmário Pinheiro hijo, presidente del Grupo OAS, Franklin Magalhaes Medeiros, director de esa firma, y otros ejecutivos. También se condenó a Paulo Tarciso Okamoto, presidente del Instituto Lula.

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