En un hecho sin precedentes, la congregación mexicana que representa el ala más conservadora de la Iglesia decidió pedir perdón por los crímenes de su líder, Marcial Maciel.

Estas declaraciones se dan un día después que la ONU publicara su informe donde se critica la actuación del Vaticano ante los reiterados casos de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica.

Los Legionarios de Cristo publicaron un comunicado en el que, de manera inédita, condenaron las violaciones perpetradas por su fundador y antiguo líder, a las que consideraron actos "gravísimos y objetivamente inmorales".

También pidieron perdón por los crímenes cometidos y reconocieron que no hubiesen sido posibles sin la complicidad de la propia orden católica.

A través de un documento de diez puntos, la máxima autoridad de los Legionarios de Cristo, una congregación ultraconservadora fundada en 1941, pidió disculpas por los abusos de Maciel "a seminaristas menores de edad, por los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de los bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros".

La máxima autoridad de los Legionarios pidió disculpas por los abusos de Maciel "a seminaristas menores de edad, por los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de los bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros".

"Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del padre Maciel y hoy queremos hacerla nosotros", se lamentaron.

Además, admitieron que todos los crímenes de su viejo líder –incluso el abuso sexual de sus propios hijos– no hubiesen sido posibles sin la complicidad de la orden católica: "Hoy reconocemos con tristeza la incapacidad inicial de creer en los testimonios de las personas que habían sido víctimas del padre Maciel".

Ante el mea culpa realizado por los Legionarios, las víctimas de Maciel pidieron al Papa Francisco que expulse de la Iglesia a los curas pedófilos, al tiempo que demandaron una "renovación de la jerarquía religiosa".