La polémica resolución, que lleva el título de "Palestina Ocupada", es la más reciente de una serie de medidas que tomó la Unesco y que Israel considera prueba del prejuicio antiisraelí presente en la ONU ante la "predominancia del bloque árabe y sus partidarios". 

Según informó un portavoz de la Unesco, un borrador de la propuesta fue aprobado por una comisión la semana pasada a pesar del rechazo de Israel y con  la abstención de la Argentina. Debido a que ninguno de los Estados miembros del Consejo, reunidos en asamblea plenaria, pidió la reapertura del debate; el texto fue confirmado sin necesidad de nueva votación. 

"La resolución recuerda a Israel que es la potencia ocupante en Jerusalén este y le pide que cese los abusos", declaró a la prensa el embajador adjunto palestino en la Unesco, Munir Anastas. Mientras que el embajador de Israel en esa entidad, Carmel Shama Cohen, no ocultó su molestia y afirmó: "No es un buen lugar para resolver los problemas entre países o pueblos"y opinó que esta organización debería más bien servir para construir "puentes". 

"Decir que Israel no tiene relación con el Monte del Templo y el Kote (muro de los Lamentos) es como decir que los chinos no tienen relación con la (gran) Muralla China", denunció el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu la semana pasada cuando se dio a conocer el borrador del texto que finalmente fue aprobado. 

Jerusalén este es la parte palestina de la ciudad que desde 1967 fue anexada a Israel,  y que los palestinos quieren que sea la capital de su futuro Estado. La ONU considera ilegal esta anexión, que alberga la vieja ciudad y sus murallas; un sitio que inscrito en la lista del patrimonio mundial de la Unesco. Allí es donde se encuentra la ultrasensible Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo del islam, pero también lugar más sagrado para los judíos, al que llaman Monte del Templo; lugar en el que - según la tradición- se erigía el segundo templo judío, destruido por los romanos en el año 70, y donde ahora se encuentra el Muro de los Lamentos.

Desde que, en 2011,  la Unesco admitió a Palestina, Israel suspendió el financiamiento a la agencia, junto con Estados Unidos que antes suministraba el 22% del presupuesto de la entidad